
La articulación de la rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano. Un dispositivo tan "complicado", combinado con una carga constante, hace que la articulación sea muy vulnerable.
En este sentido, no es sorprendente que durante nuestra vida, al menos una vez, cada uno de nosotros haya sentido dolor en la rodilla: sordo, doloroso, agudo, amortiguado o incluso insoportable. A veces, las sensaciones desagradables molestan a las personas solo cuando caminan o doblan y estiran las piernas, en algunos casos, con regularidad.
La naturaleza del dolor en la articulación de la rodilla, así como las causas que lo provocan, pueden ser muy diferentes; En este artículo intentaremos comprender en detalle por qué duele la rodilla y qué hacer en este caso.
Causas del dolor de rodilla
El dolor en la articulación de la rodilla puede ser causado por una lesión o ser de naturaleza patológica. A veces, este es un síntoma de una enfermedad grave, que puede estar determinada por la naturaleza de las sensaciones y una serie de signos adicionales.
Algunas de las razones más comunes por las que duelen las rodillas incluyen:
- La artritis de la articulación de la rodilla es una enfermedad inflamatoria. Puede ser una patología independiente o un síntoma o complicación de otras enfermedades.
- La osteoartritis de la articulación de la rodilla es un proceso degenerativo de destrucción de los tejidos articulares; A largo plazo, provoca deformaciones y priva de movilidad a la articulación.
- Por una lesión por un golpe muy violento en la rodilla, su impacto con un objeto duro o una caída. En este caso, la articulación se daña excesivamente y se dobla de forma anormal.
- Daño a los ligamentos: cualquier actividad que implique esfuerzo físico puede provocar lesiones en la rodilla. Esto sucede a menudo cuando se practica un deporte o una actividad recreativa. Se siente un dolor agudo inmediato y la articulación se hincha. Si esto sucede, es necesario excluir una tensión adicional en la pierna lesionada hasta que se brinde asistencia médica para no agravar la lesión.
- Daño al menisco. El menisco es una pieza redondeada de cartílago en la articulación de la rodilla que se daña fácilmente al agacharse o girarse repentinamente. El médico diagnostica esta causa después de un examen presencial, una ecografía y una radiografía.
- Bursitis. Mucha gente se pregunta por qué les duelen las rodillas cuando se agachan. Puede haber varias respuestas a esta pregunta, pero en ocasiones se trata de la formación habitual de un exceso de líquido en la articulación, o más bien en la bolsa donde se encuentra. El dolor no está localizado y a menudo puede irradiarse a zonas vecinas, incluso a los dedos de los pies. La bursitis puede manifestarse de forma aguda, pero a menudo se vuelve crónica. La bursitis aguda provoca un dolor agudo en la pierna por encima de la rodilla o en la propia rodilla, enrojecimiento de la piel y una limitación significativa de la movilidad de la pierna. El líquido acumulado se puede sentir fácilmente incluso a través de la piel; la hinchazón tiene un contorno claro.
- El dolor ocurre cuando se forma un quiste debajo de la rodilla (quiste de Becker). La formación aparece en la fosa como resultado de un proceso inflamatorio previamente observado en la articulación de la rodilla. Las sustancias acumuladas durante la inflamación de las articulaciones ingresan a las áreas tendinosas de la fosa poplítea y se localizan dentro de la fosa.
- La tendinitis (inflamación de los ligamentos y tendones) se caracteriza por hinchazón y malestar en una zona específica. Se intensifica con la flexión y extensión de las rodillas y la contracción de los músculos asociados al tendón afectado por la inflamación, y se irradia hacia los músculos vecinos de la pierna y el muslo.
- Dolor isquémico: se produce debido a una alteración del suministro de sangre a la articulación de la rodilla. La causa puede ser un cambio brusco de clima, una estancia prolongada en el frío y una actividad física excesiva. Como regla general, el dolor se localiza simétricamente, es decir, en ambas rodillas, tiene la misma intensidad y no afecta la movilidad articular.
No se debe ignorar el dolor de rodilla agudo o crónico que aparece, así que consulte a un médico. Una vez realizado el diagnóstico, el especialista te indicará qué hacer en un caso concreto. El tratamiento puede consistir en comprimidos, ungüentos, fricciones, procedimientos físicos y cirugía.
Diagnóstico
Primero, el ortopedista examina la rodilla dolorosa del paciente, realiza pruebas de movimiento y realiza un historial para hacer un diagnóstico preciso. Además, el médico puede prescribir las siguientes pruebas:
- Instrumental: utilizando radiografía. Ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética o densitometría.
- Durante un estudio de laboratorio, se realizan pruebas generales y bioquímicas, un frotis y un análisis de sangre para detectar la microflora bacteriana, una prueba serológica, una punción de la médula ósea y el líquido articular.
- Los métodos invasivos implican la artroscopia.
En base a los resultados de las pruebas y exámenes, el especialista realiza un diagnóstico y te indica cómo tratar el dolor de rodilla en tu caso.
Tratamiento del dolor de rodilla
Los médicos pueden determinar por qué duelen las articulaciones. Por tanto, una visita oportuna a un especialista es un elemento importante para eliminar rápida y correctamente el problema surgido. Sin embargo, independientemente de la causa del dolor de rodilla, lo primero que se debe hacer es reducir la carga sobre las articulaciones. A menudo, durante los períodos de dolor agudo, el paciente requiere reposo en cama seguido de activación de las piernas. Se recomienda utilizar bastón o muletas para caminar y utilizar calzado suave y cómodo. En algunos casos, el médico prescribe plantillas ortopédicas.
En casa, los principales medios de tratamiento farmacológico del dolor de rodilla son los condroprotectores, analgésicos y antiinflamatorios. Las formas de liberación de estos medicamentos pueden ser diferentes (geles, cremas, ungüentos, inyecciones, tabletas). El especialista prescribe una forma u otra del fármaco dependiendo del tipo, grado y localización del daño.
- Los AINE son más eficaces para aliviar el dolor y la inflamación. Pero no tienen ningún efecto sobre la causa de la enfermedad.
- Si su rodilla está hinchada y le duele, una compresa de hielo le ayudará. Puedes tomar una bolsa de hielo y aplicarla en el área dañada. Después de un tiempo, el dolor comenzará a disminuir.
- Los condroprotectores, por el contrario, no reducen el dolor, pero con un uso prolongado contribuyen a la restauración del tejido cartilaginoso dañado, restablecen la función de las articulaciones y reducen el número de recaídas de la enfermedad.
- Aplicar un vendaje compresivo también puede ayudar. Pero debe asegurarse de que se pueda hacer lo necesario para su lesión; de lo contrario, solo empeorará la situación.
- Si te duele la rodilla cuando estás sentado en un lugar durante mucho tiempo, debes moverte un poco. Un estilo de vida sedentario o un trabajo sedentario es muy peligroso: existe el riesgo de un aumento excesivo de peso, lo que ejercerá presión sobre las articulaciones de las rodillas, y además todo el tiempo sin movimiento es muy dañino, las rodillas se estancan.
El tratamiento farmacológico generalmente se complementa con un curso de fisioterapia. Esto le permite aliviar rápidamente el dolor, acortar la duración del tratamiento y reducir la dosis de medicamentos.
Es igualmente importante seguir una dieta: comer alimentos de origen vegetal ricos en vitaminas, platos de pescado y marisco ayuda a restaurar el cartílago de las articulaciones. Y por supuesto, cuando el dolor se puede superar, hay que intentar que no vuelva a aparecer: llevar un estilo de vida saludable, fortalecer el organismo y no someterlo a un estrés excesivo.

























































































